Un Mahler imponente con la OSUANL; Presentación de la 6a sinfonía de Mahler


El jueves 11 de octubre se presentó uno de esos conciertos que hacen historia en un ensamble; La 6ª sinfonía en la menor de Gustav Mahler con la OSUANL. Se trata de la primera ejecución en Monterrey de dicha sinfonía la cual constituyó un éxito gracias al trabajo del ensmable y al sonido cultivado y estructura musical que logró Guido Maria Guida en la dirección.
Poco a poco la presentación de las 10 sinfonías de Mahler van marcando un parte aguas en la historia de la orquesta universitaria; con Jesús Medina la orquesta ha madurado y hemos podido ver con esta a músicos de primera línea; nacionales y extranjeros.

Esta fue la primera ocasión que Guida dirige en Monterrey, lo cual es sorprendente dada su relación de muchos años con nuestro país.  El maestro italiano logró una lectura de gran suntuosidad sonora sin descuidar los detalles que esta monumental partitura presenta en su estructura. Si bien la orquesta que requiere la 6ª sinfonía es de más de 80 músicos (la OSUANL tuvo que ser reforzada con 30 músicos externos) esto no quiere decir que Mahler no explore también algunas combinaciones sutiles, casi camerísticas en diversos momentos de la obra como en el andante moderato o en el desarrollo del primer tema del  movimiento inicial allegro energico.

Fue de nota el trabajo de los metales (con ocho cornos), trombones, trompetas y tuba; instrumentos que dominan diversos pasajes de la obra. Los solistas principales de las secciones mostraron un gran compromiso en donde destacó la cornista principal con un trabajo soberbio y cuidado. Las cuerdas desplegaron también un sonido limpio, si bien podemos ser un poco quisquillosos al desear un poco más de cuerpo en este departamento. Fueron notables diversos solos que se llevaron los alientos, principalmente el oboe y la flauta principal. El aparato de percusiones también requiere además de la batería usual dos timbaleros, glockenspiel, campanas tubulares, etc. Fue efectivo  el trabajo de las dos arpas en el tercero y cuarto movimientos.

La obra comienza con una especie de marcha fúnebre (aquí un poco más emparentada con la guerra) relacionada con la de la 5ª sinfonía. El tiempo de Guida fue adecuadamente moderado pero fluido. Desde aquí nos dimos cuenta que su lectura iba a ser cultivada y clínica;  contrastando bien los temas y sin abusar del sentimentalismo de otras versiones. Notoria la interpretación en las maderas del misterioso tema coral . Por otro lado se pudo apreciar una expresión generosa en las cuerdas del “tema de Alma Mahler”.

Contrario a los deseos de Mahler quien prefería el andante en segundo lugar,  el segundo movimiento fue el scherzo, enérgico. Obra emparentada con el universo grotesco mahleriano. El ambiente de danza bizarra acentuada con las percusiones y las intervenciones cacofónicas de los alientos contrastaron formidablemente con el reposo del andante moderato. El encanto logrado por las sonoridades exquisitas de las cuerdas nos reflejaron un ambiente bucólico que pronto iba a ser disipado con el cuarto movimiento.

Este último, finale sostenuto, es un inmenso monolito con el que concluye esta obra trágica y agresiva que culmina en un grito de derrota. La introducción sombría surgió con un tiempo lento pero firme. Guida logró excepcional transición entre este material y la furia acumulada de los motivos de marcha con los que se construye gran parte del movimiento; aquí, al igual que en el primer movimiento la asociación con la muerte es secundaria; parece un grito hacia la militarización. Cada vez que surge la marcha nos lleva a una falsa conclusión exultante que finalmente los poderosos golpes de martillo echan por tierra. La desolación de la coda final y la aparente consolación ofrecida en trombones y cornos fue exacerbada cuando la orquesta tocó los últimos compases en fortissimo.

Para ser la primera presentación en Monterrey se logró un trabajo notable, es una pena que un teatro que debió de verse lleno, conjuntó si acaso ¾ del aforo. La vida no es solo televisión, televisa, iphones y demás; la creación y la vida se manifiesta también en el arte.

Una experiencia reveladora para muchos que teníamos esta sinfonía de Mahler a la zaga de las demás. No volverá a ocurrir. Ahora ¿Podría la OSUANL ofrecernos las sinfonías de Nielsen, Martinu y Bruckner? Claro, después de concluir con el ciclo Mahler.

La obra se repetirá este domingo 14 de octubre en el Teatro de la Ciudad a las 17:00. Es probable que esta sinfonía, de dimensiones gigantes, no la volvamos a escuchar en una década.

Comentarios

Cap. Nemo ha dicho que…
Ricardo,
es muy interesante lo que mencionas del "deseo" de Mahler por interpretar el andante antes del scherzo, comparto plenamente tu opinión.

La controversia surgió en 1919, cuando Alma le comentó a Mengelberg (por entonces director del Concertgebouw de Amsterdam) que Mahler tenía la intención de cambiar el orden, razón por la cual algunos de los grandes directores como Karajan, Solti, Boulez o Bernstein la interpretaron siguiendo la sugerencia de Alma.

Yo comparto tu opinión (y la de Mackerras, Abaddo o Barenboim, entre otros) de que Mahler no tenía la intención de invertir el orden entre los movimientos segundo y tercero. En vida, Mahler siempre interpretó primero el Andante y luego el Scherzo.

Lo que sí le creo a Alma, es que esta sinfonía (tal vez la menos interpretada de todas) le salió del corazón... la escribió en el momento más feliz de su vida (que sí los tuvo).

Saludos.
Cap. Nemo ha dicho que…
Ricardo,
quiero sumarme a las felicitaciones para la OSUANL: ¡un monumental logro!

Espero con gusto la séptima de Mahler... mi sinfonía favorita de este gran compositor.

Saludos.

Ricardo Marcos González ha dicho que…
Estimado Capitán; muchas gracias por abandonar las profundidades de los inexplorados oceanos y compartir el comentario con los lectores del blog.

Generalmente cuando se trata de compositores (o de artistas) mi opinión está en la línea de respetar las intenciones del autor; principalmente en lo que se refiere a partitura o estructura de la obra. En este caso creo que fue clara la intención de Mahler y no hay fundamentos especialmente contundentes para invertir el orden de los movimientos.

Me parece que teniendo el scherzo en tercer lugar se puede apreciar el contraste de dos bloques y facetas de la obra. De esta forma el scherzo se convierte en una antesala que va preparando al desencadenamiento de las fuerzas oscuras que en el cuarto movimiento terminarán por hacer sucumbir al heroe.

Comparto tu opinión con respecto a la 7a, una de mis favoritas también del ciclo junto con la 1, 5, 6, 8 y 9

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