Música para Compartir: Urbán de Vargas, Quicumque, Capilla de Peñaflorida, Josep Cabré, NB



El sello de mi amigo Nicolás Basarrate NB es el principal promotor de la música del País Vasco (aunque no exclusivamente). Uno de sus más recientes discos, desafortunadamente poco conocidos en Hispanoamérica, está dedicado al compositor navarro Urbán de Vargas que vivió de 1606 a 1656.

Vargas trabajó en capillas importantes como Huesca, Pamplona, Calatayud y en El Pilar de Zaragoza. Su producción incluyó obras instrumentales y vocales de gran envergadura. El villancico también destaca en su producción. Estos poseen un contenido que va de lo sacro a lo burlesco. En cierta forma Vargas es ejemplo de esos músicos españoles rigurosamente preparados y que prestaban un servicio comprometido y escolástico a sus patrones. No por ello dejó de introducir algunos ritmos de corte popular como las jícaras, seguidillas, chaconas y zarabandas.

Este disco es una gran sorpresa para los que (hasta ahora) éramos desconocedores de la obra de este músico. La música de Vargas posee la luminosidad que se asocia con algunos de los mejores compositores españoles de la época.

Vale la pena centrar la atención en el “Quicumque”(Credo) a 11 voces que es prácticamente una sumatoria de su estilo; Fe, sentimiento, gravedad y algarabía. Es una obra ambiciosa que el propio Vargas consideraba que debía durar media hora. Un sentido de amplitud le dan las sonoridades de cornetas, sacabuches y chirimías. Una suma de sus poderes como compositor en una obra que representa la suma de Fe católica.

El villancico instrumental “Viva la bizarría” es una delicia y representa lo mejor del estilo instrumental secular de la época.

No te puedes perder el Salve Regina a 6 con arpa “Para el Rey”. Esta obra tiene una solemnidad suave y lánguida que no sería indigna de los grandes trabajos de Monteverdi.

La Misa de la Batalla es la otra gran obra de este disco. Las dimensiones de cada movimiento son compactas. (Tan alejadas de las misas románticas) Posee un pragmatismo sacro típico de la época y su inspiración está bien lograda. Es imposible olvidar el bello tema del Agnus dei final.

La Capilla de Peñaflorida es un ensamble de gran homogeneidad y sensibilidad. Los ministriles de Marsias también destacan en el conjunto dirigido con gusto por Josep Cabré.

Para más información de este disco visita NB Musika:

http://www.nbmusika.com/index.php?id=discos

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