d' Amore e Tormenti: El nuevo disco de Raquel Andueza y Jesús Fernández Baena


Cuando el desamor es interpretado con tal espontaneidad, estilo y rigor musical agradezco que la vida nos otorgue diversas oportunidades para expresarlo. Tal es el caso de esta excelsa colección de arias barrocas a una sola voz con acompañamiento (bajo continuo) en este caso de tiorba. El disco es uno más de ese catálogo de joyas del barroco y música antigua que ha ido construyendo Nicolás Basarrate con su sello NB.

Tuve el privilegio de conocer a Nicolás en el 2º Congreso Internacional de Música de Barcelona que se llevó a cabo en mayo de este año. Me acerqué a el tras una ponencia en la cual cuestionó – con gran aplomo – un comentario de Oriol Pérez, subdirector del Festival de Música de Torroella de Montgrí (en el empordá catalán), quien se atrevió a decir que del siglo XVIII para abajo no había música española de primera calidad. En ese momento yo me quedé pasmado ¿Dónde habían quedado Morales, Vitoria, Guerrero? Y eso sin contar con otros nombres dignos de explorar como los Martín y Soler, Sor, Anchieta y diversos etcéteras que no pretendo recordar o mencionar en este momento. Dicho comentario atropellado me causó cierta molestia pero como extranjero sentí que mi posible reclamo podría caer en oídos sordos. Lo sorprendente es que ninguno de los presentes pareció molestarse con el disparate, excepto Nicolás que en la sesión posterior de preguntas y respuestas expresó su inconformidad ante los oídos sordos de Pérez (¿Conocerá la música de su país, digo yo?). Ese día terminamos comiendo unas pitas palestinas en compañía de un amigo argentino compositor y un biógrafo y ex pupilo de Stockhausen (¡imagínense ustedes el cuadro!) De ahí ha surgido una amistad peculiar en donde el punto de encuentro es la música.

NB Musika es un pequeño sello discográfico hecho con afecto. Se trata de un proyecto personal de Nicolás que no lo volverá rico pero dejará un legado histórico musical. Varios de sus compositores estarán gozosos de ver desde el Cielo o dondequiera que se encuentren algunas de sus obras revividas una vez más.

El disco de la soprano Raquel Andueza y el tañedor de tiorba Jesús Fernández Baena bien podría ser un regalo de Navidad o una deliciosa indulgencia en cualquier momento del año. El programa está brillantemente construido en torno a la idea del amor y sus tormentos. Me parece que las arias de la compositora Barbara Strozzi constituyen el eje central del recital, flanqueadas por dos magníficas composiciones de Tarquinio Merula y Claudio Monteverdi. También hay algunas arias de autores como Stefano Landi y Benedetto Ferrari así como piezas para tiorba sola de grandes maestros como Johannes Kapsberger. Los talentos de ambos artistas han quedado bellamente ilustrados en esta producción que posee una excelente toma de sonido que permite el despliegue total de las dinámicas de Andueza y el instrumento de Fernández Baena. La reverberación natural del Convento de la Santa Cruz de Azkoitia es totalmente apta a la atmósfera de media luz de esta producción.

Desde la primera aria “Folle e ben che si crede” (Está loco el que crea) de Tarquinio Merula he quedado prendado de la voz de Andueza y el quehacer musical de Fernández Baena. Andueza es una soprano ligera de timbre argento y dúctil. Las dinámicas que despliega a lo largo de sus interpretaciones no sólo conquistan al oído sino que nos transportan al corazón de cada una de estas arias despechadas y desgarradoras. Los amantes encarnados por Andueza no son personajes melodramáticos del peor corte sino seres humanos tocados por el amor no correspondido.

Fernández Baena, por otro lado, no es un mero acompañante. Todas estas arias tienen una relación casi simbiótica entre la voz y el instrumento. Su toque es poético y el vibrato expresivo que logra en diversos momentos es terso o sollozante según las oportunidades musicales, varias de las modulaciones del bajo continuo son sorprendentes.

Comentaba anteriormente que el disco tiene como piedra angular la música de Barbara Strozzi. La música de la compositora veneciana comprende un cuarto de hora y somos los más afortunados por ello. Su lirismo y capacidad de expresión que van desde el drama silencioso del “Amante segreto” hasta la comicidad exuberante pero amarga de “L’Eraclito amoroso” son un deleite para el oído. Benedetto Ferrari nos da otro momento burlesco con su “Son ruinato, appassionato” pleno de exageraciones que nos son comunicadas a través de la voz expresiva de Andueza. Stefano Landi, compositor eminentemente operístico nos da una encantadora aria pastoral “Augellin” y Ferrari provoca a Fernández Baena a acariciarnos el oído con su instrumento en la fluida y desenfadada “Voglio di vita uscir”. Este disco como tantos otros que se han ocupado del barroco temprano me hace dudar de si definitivamente el romanticismo es una creación del siglo XIX. La convicción y trabajo de ambos artistas parecen confirmar mis sospechas.

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