Reflexiones sobre la situación actual de "Ópera de Nuevo León"



El reciente éxito de la puesta en escena de Turandot de Puccini puede ser aprovechado también para provocar ciertas reflexiones.  En primer lugar tendríamos que plantearnos la pregunta si la producción y dirección de escena no hubieran podido salir de la propia ciudad. Finalmente estamos hablando de que quien ha realizado la inversión es un Consejo para la Cultura y las Artes estatal.
Podría parecer un poco chauvinista la reflexión, ciertamente las propuestas artísticas de la ciudad se pueden enriquecer o incorporar a artistas o agentes culturales de otras partes del país pero ¿Es justificado esto en una producción operística? Ni la producción en si ni el director de escena Luis Miguel Lombana presentaron algo que no hubiera podido realizarse con el talento de la ciudad.

Habría que plantear también qué camino está tomando “Ópera de Nuevo León”, pues realizar una producción operística anual está lejos de poder ser considerada una “temporada” de ópera. El éxito de Turandot ha tenido un alto costo para la ópera local; lo que se pudo haber invertido en dos títulos se escatimó en uno.

Otra pregunta sería ¿Dónde está la participación también de ciertas voces locales que están en plenitud? Ahí tienen a Ivonne Garza, Ivette Pérez o Manuel Acosta. ¿Y qué me dices de Patricia Santos o Linda Gutiérrez? Ambas estuvieron entre los tres primeros lugares del concurso “Ópera prima” ¿Será que no podemos apoyar al talento local con títulos adecuados a su potencial vocal?

Es indudable el esfuerzo de CONARTE por mantener el proyecto, pero Gerardo Gonzáles tendría que afinar la brújula, bajo el riesgo de convertirse en una importadora de producciones.

Comentarios

Cap. Nemo ha dicho que…
Ricardo,
no creo que haya alguien que considere tu comentario como chauvinista.

Además, creo que Monterrey sí tiene masa crítica para soportar temporadas de ópera (no como hace 20 años).

Tal vez, se debería comenzar con óperas de baja inversión escenográfica (pudiendo ser del verismo), antes de correr aventuras al invertir en óperas de gran calado (como la grand ópera francesa).

De hecho, Puccini estuvo presente dos veces este año.

El próximo año es el bicentenario de los dos colosos románticos de la ópera: Verdi & Wagner. Yo esperaría celebraciones en todo el globo y sería un desatino que Monterrey no se sumara a ellas, aunque sea con producciones modestas, pero con gran talento musical... como lo tenemos.

Regresando al tema, Monterrey no necesita "importar" talento: se tiene en casa.

Saludos.

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